lunes, 21 de diciembre de 2020

2020


Parecía bonito, año prometedor, cifra redonda, tanto por enseñar, con un montón de nuevas actividades por hacer, lugares por descubrir, exposiciones que visitar, centenarios, efemérides pero la realidad fue otra y nos cambió los planes a todos y a algunos para siempre.

Enumerar en una lista lo que hemos perdido, a los que hemos perdido, provoca un sinfín de lágrimas y no hay contravalor económico que valga por más que haya quien nos recuerde la sinrazón que en estos tiempos supone tener que dar voz a la necedad.

La resiliencia hasta ahora nos ha permitido progresar en una roca que viaja por un espacio casi vacío y congelado a una velocidad que no imaginamos y a la que seguro le importamos nada y es seguro que seguiremos buscando, queremos pensar que la belleza, en medio de esta carrera continua detrás del conocimiento.

Por todo ello queremos felicitaros pero no sabemos qué, bueno sí el Año Nuevo o que seguimos para contarlo o que la tristeza nos haya tocado lo menos posible o todo ello... No traemos como en otras ocasiones una foto de #Madrid con una calle iluminada o una plaza llena de gente ociosa e ilusionada en compras porque es un entorno que aunque exista se nos hace extraño, así que nos quedamos con esta foto de una humilde servilleta de bar cuyo mensaje nos ha acompañado estos meses de plomo y nos ha enseñado dónde estaba y dónde estará siempre lo importante.




No hay comentarios:

Publicar un comentario