Es reconocible, aún entre los barrotes de la ventana del sótano de la Real Academia de Bellas Artes de san Fernando. La ves al pasar por el patio y dices "Felipe IV".
Es la cabeza de Felipe IV, o mejor, una copia de la cabeza que podemos ver en la estatua de Pietro Tacca, la famosa estatua a caballo en la que se dice intervinieron tantos genios, los mayores genios de la época.
Es la cabeza de Felipe IV, o mejor, una copia de la cabeza que podemos ver en la estatua de Pietro Tacca, la famosa estatua a caballo en la que se dice intervinieron tantos genios, los mayores genios de la época.
Felipe IV quería una estatua como la de su padre Felipe III, la que hoy está en la Plaza Mayor, una como esa pero mejor. El Conde Duque de Olivares no se "anduvo con chiquitas" y encargó al mejor escultor del momento, Pietro Tacca, discípulo de Juan de Bolonia (o mejor dicho, se la encargó al mejor, a Bolonia, pero murió y fue terminada por Tacca) que necesitó dibujos de Diego Velázquez para hacer la cabeza más precisa y reconocible porque al parecer hizo una anterior que no gustó al rey y allá que mandaron a Florencia al escultor Martínez Montañés, con una escultura basada en los dibujos de Velázquez. Y para el equilibrio del conjunto dicen que necesitó de la ayuda de Galileo Galilei, que solucionó el problema del apoyo del caballo sólo en las patas traseras.
El caso es que los tres genios nos dieron a los guías un montón de datos curiosos para contar a los asombrados visitantes, así como para explicar porqué es una de las mejores esculturas del mundo, la cantidad de detalles que tiene, la calidad del bronce gracias a Tacca, la intervención de Velázquez y los consejos de Galilei para conseguir que una escultura tan pesada se apoye como se apoya... pero tiene truco...Eso y muchas más cosas, para la visita. Aquí sólo queríamos hablar de la cabeza del Rey Planeta.
Esta copia de la cabeza está en los sótanos de la RABASF, donde alumnos y restauradores estudian las esculturas. Algunas zonas de los talleres de bronces, vaciados de yesos, etc son visitables a petición y algunas piezas se ponen a la venta. Todas las fotos son propias.
Debajo, estatua ecuestre de Felipe IV en la Plaza de Oriente, Madrid. Pietro Tacca. 1616
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