domingo, 8 de septiembre de 2019

Sobre cómo comportarse

Actualización:

septiembre 2019

Parece que llega septiembre y nos ponemos picajosos, pues no, es solo casualidad, pero una casualidad insoportable porque no es la primera vez que el ruido de un abanico molesta tanto como para tener que pedir a alguien que o aprende a abanicarse o mejor se quede quieta. Ha sucedido, varias veces, en el teatro y es que alguien acalorado pierde el sentido de la medida en todo el proceso del abanicado. Primeramente si sacas el abanico del bolso, no lo vuelvas a guardar, o molestarás con el sonido de la cremallera una y otra vez. Y no es necesario abrirlo y cerrarlo con ese apasionamiento de carraca y tampoco es necesario golpearse el pecho al abanicarse como si no hubiera un mañana.
Y si finalmente te piden por favor que pares un poquito no respondas con vehemencia pensando que por tener calor (lo cual además significa que puede que tú tengas calor y los demás no, o sí pero eso da igual), tienes el derecho a abanicarte sin tener en cuenta que los demás están intentando escuchar algo y no es a ti.




septiembre 2017

No podemos resistirnos a compartir este vídeo del Teatro La Villaroel de Barcelona... lo han clavado...





diciembre 2016


Curiosa reacción del director William Christie en el Auditorio Nacional de #Madrid mientras se interpretaba El Mesías de Haendel


CRÍTICA: El Mesías, Christie y el infame teléfono Madrid. Auditorio Nacional (Sala Sinfónica)

Revista www.scherzo.es; Revista www.codalario.com




abril de 2016


Sólo nos mueve a escribir esto la utilidad de las recomendaciones sobre situaciones que, pareciendo obvias, curiosamente se dan con más frecuencia de la que imaginamos.
Ni mucho menos pretendemos enseñar modales ni protocolo, no somos expertos en ello, sólo pretendemos orientar sobre ciertas normas escritas y "no escritas" que conviene observar en los museos, exposiciones, conciertos, teatro y más o menos en todas partes.

Por desgracia hay quien, sin ser especialmente aficionado, se pierde asistir a un concierto (hablamos, por llamarlo de alguna manera, de música "clásica", nunca de "música culta", eso creemos que o no existe, o lo son todas... o casi), porque cree que no sabrá, por ejemplo, cuándo aplaudir o que no va a un museo porque piensa que se va a aburrir. Sirva esta guía para lo primero; y para lo segundo un consejo, deja que te acompañe a un museo o a una exposición alguien que lo conozca y que te oriente, si es un buen profesional y además te transmite su amor por lo que estáis viendo, te aseguro que saldrás contento y que irás descubriendo cosas que no entendías y que de pronto tienen un valor y un significado y que, con un poco de suerte, comenzarás a sentir esa pasión felizmente enfermiza que sufrimos los que amamos el Arte y la Cultura.

Como dice Ramón Gener cada vez que comienza su programa This is Ópera...


Tengo una pasión, una pasión que siempre me acompaña y con la que he aprendido a escuchar, a llorar, a sentir, a reír, a amar, a vivir, la ópera. Una pasión sin límites que me llena día a día; una pasión en la que siempre he encontrado una respuesta, una pasión que me lo ha dado todo y que necesito y quiero compartir con todos vosotros, porque la ópera es la vida, y compartida... siempre es mucho mejor.
Para todos los que penséis que la ópera no es solo para unos pocos, sino para todo el mundo. Para todos los que creáis que la música es absolutamente imprescindible. Para todos los que no podáis vivir sin arte, sin música y sin ópera, este es... vuestro programa.
Sin música... el mundo sería distinto, irreconocible, casi me atrevería a decir más, que, como dijo Nietzsche: “Sine música nulla vita”. “Sin música no podría existir la vida”
¿Os habéis parado a pensar en cómo sería nuestro mundo sin música?



...Cambia ópera por música, teatro, literatura, pintura, escultura... "Cultura"


Por motivos prácticos, agrupamos en bloques nuestras consideraciones y consejos, esto no quiere decir nada porque obviamente casi todas son aplicables a conciertos, museos, conferencias y se pueden cruzar.


MUSEOS

Fotos (sobre todo en el caso de museos de pintura)
Es un tema recurrente y un poco aburrido ya. Hay museos que lo permiten y otros que no... y si es que no es que no (y punto)
Las pinturas no se hicieron para estar al aire libre expuestas a gran cantidad de luz, sino para estar dentro de salones, por ello y para su conservación, los museos mantienen unas condiciones de luz, temperatura y humedad controladas.
Antiguamente los flashes de las cámaras fotográficas eran un poco dañinas para las pinturas, pero es algo muy superado hoy en día y en gran medida el motivo de no hacer fotos no es ese, sino que, aparte de temas de derechos y demás, es algo muy molesto para quien está contemplando un cuadro. Cuando estás abstraído mirando un cuadro y de pronto alguien hace una foto, te distrae y si encima la hace con flash, lo que te dan ganas es de que sea expulsado, sino encarcelado.
Hay muchas personas que no dominan su cámara, no saben dónde ni cómo quitar o poner el flash... así que, como norma general... PAS de Photo, s'il vous plait / NO Picture, please. Este es el caso en todo el Museo del Prado, antes estaban permitidas sin flash pero con la llegada de la fotografía digital el tema se descontroló porque al público se le despistaba el flash o directamente desconocía cómo desconectarlo, como también ocurre en las salas alrededor del Guernica en el Museo Reina Sofía por ejemplo. En el Museo Thyssen-Bornemisza sí están permitidas sin flash.
Además, en los últimos años, los museos tienen unas páginas web estupendas (acaban de premiar la nueva web del Prado con el Webby) con unas fotos de grandísima calidad, mucho mejores que las que puede llegar a hacer tu cámara. Hacer fotos y selfies delante de un cuadro no está bien visto y no se comprende bien, salvo que el motivo sea que has ido al museo porque tocaba, no tienes el más mínimo interés y has ido allí como podías haber ido al fútbol (allí sí puedes hacer selfies aunque te pierdas los goles).

Esta foto de debajo, no la entiende NADIE, nadie que de verdad haya ido a "ver de verdad" ese cuadro lo entendería... y además, es que no lo vería...


Museo del Louvre, París
(foto de La Nación Argentina)



NO Hablar
Mejor NO. Una cosa es hablar de algo relacionado con lo que estás viendo, con mucho cuidado y al volumen mínimo necesario y otra es ponerse a charlar sobre la comunión de las nietas. De verdad, hay mucha gente que va a las exposiciones a charlar y para eso hay cafeterías y parques.



Tablero para dejar notas al final de una exposición en la Fundación Mapfre
No me gustó que pisara la nota al chavalín emocionado con Hércules, pero confirmo que muchos iban a pasar la tarde.
foto MadCulTour ®


No hay nada más agradable que visitar una exposición en maravilloso silencio o comentar con un acompañante lo mucho que estás disfrutando y que el visitante de al lado no se percate ni de que estás.




Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio: no lo digas.
Proverbio árabe





En una exposición temporal
Palacio de Comunicaciones, Ayuntamiento de Madrid

foto MadCulTour ®


NO Tocar
Parece increíble tener que recordarlo pero NO hay que acercarse a los cuadros. Suele haber un cordón de seguridad y está para algo, acercarse demasiado puede provocar una desgracia por un simple un tropiezo o lo que es más habitual, dañar la pintura con la punta del plano con el que estás señalando algún detalle. No te acerques tanto. Puedes descubrir algún detalle técnico si te acercas pero los cuadros están hechos para observarlos a una cierta distancia. 
Acercarse demasiado puede provocar un "misterbean" y dañar el cuadro. Beber agua tampoco suele estar permitido, si no tienes más remedio, por lo menos hazlo de manera controlada y en el centro de la sala. Si bebes cerca del cuadro y te sobreviene un atragantamiento, lo más seguro es que involuntariamente expulses el agua hacia el lienzo. No debería hacer falta decirlo pero tampoco se come dentro de un museo.


El pánico de los vigilantes de sala, de los comisarios, de los restauradores...
El pánico de museos y exposiciones...

...que un visitante te haga un "misterbean"


CONCIERTOS
(de música clásica, ópera... no hablamos de rock, su ceremonial es diferente)

NO Fotos
Aquí lo de las fotos, además de lo dicho en museos, es obvio que es bastante molesto, para el que ve y escucha y por supuesto para el que interpreta, a quien puede distraer y desconcentrar. No hay nada que añadir. Si haces fotos de recuerdo que sea antes o después de que el artista interprete.

¿Aplausos?
Es posible que no conozcas las piezas que se interpretan (nos ocurre a todos, siempre hay una primera vez) y no sepas cuándo hay que aplaudir... es fácil.
Aunque no es infalible, hay una regla general fácil al principio, aplaude cuando veas que los demás lo hacen, pero no siempre funciona porque puede que haya más personas en la sala dispuestas a aplaudir cuando no deben.
Seguramente te habrán dado un programa en la puerta, este programa te orienta de las diferentes pausas que harán los músicos.
Se aplaude cuando los músicos se presentan y puede que lo hagan varias veces puesto que algunas partes del programa las ejecutan diferentes músicos.
NO se aplaude en cada pausa, una obra (prácticamente de cualquier tipo) es una pieza completa aunque tenga pausas, las pausas dividen las partes (Allegro, Scherzo, Lento... tienen diferentes nombres que identifican las partes y su nombre las define, es algo así como el "prólogo, nudo y desenlace" en la literatura o el teatro) y estas pausas duran sólo unos segundos para que los músicos se preparen para una nueva parte, coloquen sus partituras, etc. Se aplaude al final, cuando ha acabado la pieza. Es un convencionalismo de lo más práctico.

El siguiente ejemplo está extraído de una programación musical de la Fundación March en Madrid. Si escuchas este concierto, notarás esas tres pequeñas pausas, no aplaudas entre ellas, aplaude a la salida de los músicos y al final de la pieza completa, lo músicos se levantarán y saludarán, entonces aplaude.

Nota. Sobre los bises. Si la ejecución ha sido buena se suelen dar dos aplausos y si ha sido especialmente buena, se premia con tres aplausos (esto vale también para obras de teatro y similares). Si los músicos lo desean, en los terceros aplausos (o quizá en los segundos), interpretarán un bis, es decir, una pieza corta de su especialidad y normalmente de fuera del repertorio ejecutado pero con alguna relación con el tema del concierto.


Nicolà Fiorenza (1678-1741)


Concierto para flauta en La menor


Moderato

Fuga

Largo

Allegro



NO Ruidos
Una vez escuché a un crítico quejarse diciendo "parece que la gente va a los conciertos a toser". Las toses son casi inevitables, involuntarias, pero si eres consciente de que tu estado de salud no es el correcto y corres riesgo de sufrir un ataque de tos, NO vayas.
Y si te llega lo inevitable, intenta molestar lo menos posible y recuerda que reprimirlo puede ser aún peor.


Los móviles. Vale, no sé si es razonable pero a pesar de saberlo y a pesar de los avisos previos del local, se te olvidó apagarlo (o hacer lo necesario, modo avión, modo silencio, para que no suene). La próxima vez pon más atención, pero ten en cuenta lo que ocurre a continuación, no sólo te suena sino que nervioso rebuscarás donde lo lleves para apagarlo y harás aún mucho más ruido. En una ocasión a una señora no sólo le sonó el teléfono sino que cogió la llamada y conversó durante un minuto, los vecinos de butaca se molestaron, pero resultó que ella se molestó aún más porque se creía con el derecho a responder a la llamada. No ocurrió en un concierto sino en una conferencia, aunque esto no lo hace menos inaudito.
La experiencia nos da un dato desagradable, hay quien hace ruido y además se cree con el derecho de hacerlo, por ejemplo:
NO charles, NO comentes, NO...
No te muevas tanto, NO hagas ruido pasando las hojas del programa y deja quieto lo que hay dentro de tu bolso, mientras rebuscas "no sé qué", el ruido que haces abriendo y cerrando las cremalleras y removiendo el interior es muy molesto.

Los caramelos, gran batalla, el ruido de desenvolver un caramelo es molestísimo, molestísimo y eterno.

Aunque parezca increíble, en varias ocasiones me fijé en una mujer que asistía a conciertos pero no asistía para escuchar música sino para leer su libro mientras unos músicos le amenizaban la lectura, lo peor era que como estaba distraída en su lectura, hacía ruido al pasar las páginas y se movía constantemente para colocarse su libro que era una primera edición de un tomo tipo ladrillo, demasiado grande, si al menos hubiera sido una edición de bolsillo quizá hubiera sido menos molesto.






TEATRO, CONFERENCIAS, charlas, cursos

De nuevo, casi todos los anteriores despropósitos, es posible repetirlos en un aula, pero en las conferencias (también en el cine o el teatro) se da mucho la asistencia de un personaje peculiar, el charlatán.
NO comentes, hay quien siente una necesidad irrefrenable de comentarlo todo; no tienes que comentar, ni para bien ni para mal, lo que estás viendo u oyendo. A nadie le interesa tu opinión. No distraigas, los comentarios son molestos. Guárdatelos, si es una conferencia, por si el conferenciante te los piden al final en un turno de preguntas sino, como esto no es habitual, aplica lo de la regla del silencio.




Las grandes elevaciones del alma no son posibles sino en la soledad y en el silencio.

Arturo Graf







Conferencia en el Museo del Prado
foto MadCulTour ®





Enlaces interesantes:

Artículo de queaprendemoshoy.com sobre hacer fotos en museos


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